I. ELEMENTOS DEL APRENDIZAJE HUMANO


“… aprender es cambiar. Y nada causa más pavor que el cambio.
Sobre todo cuando éste afecta nuestros hábitos,
nuestras costumbres, nuestros valores,
nuestra concepción del mundo y de la vida…”
Guillermo Michel (1986)



Todo ser humano adquiere experiencias, recuerda, piensa, hace planes, resuelve problemas y emplea un lenguaje según el ambiente en el que se esté desenvolviendo, eso le permite adquirir un aprendizaje.
Si se reflexiona sobre cómo se realiza el proceso de aprendizaje en el ser humano, es muy probable que se encuentre que la característica más interesante consiste en que el hombre aprende a modificar su forma de ser cuando se enfrenta a situaciones nuevas con base en una vivencia previa, desarrolla habilidades de lo que aprende para adquirir nuevos conceptos, y estrategias para resolver diversas situaciones tanto en el presente como en el futuro.
Así es, desde que nace hasta que muere, el hombre vive una diversidad de experiencias que lo llevan a aprender un sin fin de cosas, de ideas; a experimentar emociones y sensaciones que procesa y almacena en su memoria. Al nacer, el niño posee algunas respuestas no aprendidas básicas, tales como llorar, comer o defecar, estas respuestas llegan a ser modificadas por el proceso de aprendizaje yendo de lo más sencillo a lo más complejo. Por ejemplo, el niño aprende a esperar obtener alimento sólo en momentos determinados; aprende que al llorar puede o no ser atendido por alguno de los padres, dependiendo de las circunstancias en las que se encuentre; y finalmente, con el transcurso del tiempo, llega a controlar sus esfínteres.
Conforme pasa el tiempo y va evolucionando, el niño aprende a reconocer a los padres, cosas o animales, a caminar, a hablar por medio de palabras o frases cortas que van haciéndose poco a poco más complejas hasta llegar a conformar largas oraciones. Posteriormente aprende a leer, a escribir, a elaborar operaciones aritméticas, a jugar en equipo, a conducir bicicleta, etc., sin darse cuenta, el individuo sigue aprendiendo un sin fin de cosas que nunca se agotan, ni se agotarán, por lo que hay que entender que nadie es ignorante, a lo largo de la vida se está siempre en un proceso de constante aprendizaje.
Lo importante en el aprendizaje no es tener muchas experiencias, sino vivirlas intensamente, asimilarlas e incorporarlas a la vida cotidiana, para que sirvan como herramientas y se les pueda utilizar ante distintas situaciones o problemas.
Una de las herramientas básicas del pensamiento y del proceso del aprendizaje es el lenguaje, útil para comunicarse con los demás y aprender de ellos, para generar nuevas ideas, conocimientos y habilidades. Desde que se nace, al empezar a interactuar con otros, el lenguaje juega un papel muy importante en el proceso del aprendizaje en el ser humano. Pero... ¿qué es el aprendizaje? Puede definirse como el proceso en el que, a través de la experiencia, se obtienen nuevos conocimientos, habilidades o actitudes que producen algún cambio en el modo de ser o actuar del individuo.
El aprendizaje es un proceso que no es observable directamente, pero que se acepta su existencia a partir de los cambios que el individuo muestra cuando se enfrenta a situaciones similares una y otra vez, y en las que responde de mejor forma.
El aprendizaje está directamente asociado con la práctica, la habilidad para leer resulta obviamente de hacer lectura constante de diversos documentos; de manera similar, el jugar tenis, el nadar a gran velocidad, son ejemplos de aprendizajes, ya que son cambios que se atribuyen a condiciones de práctica, de la experiencia, esto es, de realizarlos una y otra vez.
Es de esta manera como el aprendizaje forma parte de la vida cotidiana, sin embargo, pocas veces se detiene uno a pensar en cómo es que se adquiere y cuáles son las diversas formas en las que se produce. Guillermo Michel (1986) señala algunos tipos de aprendizaje que se hacen presentes en el proceso del conocimiento y que se ponen en práctica de forma cotidiana a lo largo de la vida.

Algunos tipos de aprendizaje en el proceso del conocimiento
q  Aprendizaje por condicionamiento. Éste se produce “cuando dos vivencias o situaciones se asocian, de tal manera que la aparición de una produce la reacción propia de la otra” (Michel, 1984, p. 19) Por ejemplo, si el trueno se da siempre antecedido del relámpago puede generar cierto miedo o sobresalto, esta reacción, se dará siempre que se produzca un relámpago aunque no necesariamente esté seguido por el trueno. O bien, cuando se observa que alguien desliza sus uñas sobre el pizarrón, se genera un sonido agudo y molesto, cuando esa u otra persona desliza su mano por el pizarrón nuevamente aunque no necesariamente deslice sus uñas, se está a la espera de que se produzca ese sonido molesto.
q  Un segundo tipo de aprendizaje es el que se da por ensayo y error; es aquella vivencia en la que se retoman las experiencias pasadas que se han tenido con acierto o desacierto y que ante eventos similares se toman en cuenta para decidir si se toma el riesgo de caer o no en la misma situación; ejemplo de ello es el famoso refrán “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”; pero también es cierto de que si se toma el riesgo de volver a intentar algo para sobreponerse se puede obtener una buena recompensa, pues “la práctica hace al maestro”; por ejemplo, a pesar de que se ha reprobado un examen por haber estudiado sólo el día previo, si al siguiente examen, nuevamente se estudia hasta la noche anterior se corre el riesgo de volver a reprobar, esto es tropezar dos veces con la misma piedra, es caer en error. Pero si haber reprobado la primera vez sirve para que en la siguiente ocasión se estudie con cierto tiempo de antelación, se ensaya para no volver a obtener una calificación reprobatoria, es decir, para no caer en el mismo error, eso lleva a obtener una práctica real del conocimiento. De igual forma, cuando se aprende a conducir un automóvil, el hecho de encenderlo y empezar a mover el pie izquierdo en el embrague para colocar la velocidad en primera implica una determinada coordinación, de lo contrario, el auto se apaga o se jalonea (error), pero si se hace con cuidado, practicando varias veces, uno se acostumbra a ese movimiento y el echar a andar el automóvil y manejarlo no representa ningún problema, en este sentido, la práctica hace al maestro.
q  El tercer tipo de aprendizaje que se puede considerar es el que se hace por comparación. Las cosas se perciben como un conjunto y se analizan de acuerdo a sus semejanzas y diferencias, es así como se pueden establecer diferencias al comparar una rosa y un clavel, entre el color azul y el rojo; en el primer caso se entiende que ambos objetos son flores, en el segundo, colores... pero se reconoce que cada uno posee características particularmente distintas. Otro ejemplo es el que es posible distinguir a través de comparar sus características entre un “buen amigo” -aquel que apoya, con el que se cuenta en cualquier momento- y un “mal amigo” –el que solo busca su propio beneficio sin interesarle establecer una relación de confianza-. En este tipo de aprendizaje se pone en juego la reflexión, ya que al hacer conscientes las distintas propiedades de los objetos o sujetos, se comparan y se da una respuesta a la circunstancia que se esté enfrentando según convenga.
q  El aprendizaje por imitación supone la existencia de un modelo o ejemplo al cual se le copia o repite su reacción o acción. Aprender a hablar, a pintar, a tener buenos modales, etcétera, se hace imitando a alguien, a los padres, por ejemplo, quienes se encargan del proceso de educación en los primeros años de vida, posteriormente un ejemplo a seguir puede ser un profesor, un personaje famoso o alguien cercano al cual se le aprecien sus características, su forma de ser o de actuar. También se aprende por imitación el uso de herramientas de carpintería, el uso de una cámara fotográfica, el baile, el canto, entre muchas otras cosas. Pero el aprendizaje por imitación no queda allí, quien aprende algo imitando, debe aplicarle su propio estilo, innovando o modificando en algo lo que ha aprendido, es decir, dándole su “caracterización personal”.
q  El aprendizaje de conceptos, ideas, principios y teorías se logra mediante la comunicación y el contacto con maestros, los libros y la ciencia; aquí entra el aprendizaje académico, el que se adquiere a través de instancias educativas, las técnicas de estudio que se utilizan, ser autodidacta, etc. Este tipo de aprendizaje implica una discusión, una reflexión y una crítica de aquello que se pretende aprender y considera en sí mismo a todos los tipos de aprendizaje antes descritos. Aquí entran en acción las teorías en las que profundiza cada una de las ciencias que existen (las matemáticas, la psicología, la sociología, la medicina, las ciencias de la comunicación, etc.)
Los tipos de aprendizaje antes descritos difícilmente se encuentran de forma pura, única, casi todo lo que se aprende implica una mezcla de varios de sus tipos, aunque predomina alguno de ellos.

Las experiencias que se viven con intensidad, que dejan huella, ya sean por haber generado a una solución satisfactoria o no se van imprimiendo en la memoria, mientras que las experiencias que no se viven con intensidad o no se les atribuye un valor especial se van eliminando y con el tiempo se olvidan. En efecto, el olvido hace presa de aquellas experiencias que no se practican o que no se les presta pronta atención.
En otras situaciones lo aprendido se tiene que reorientar o reaprender, esto es, modificar lo aprendido por un aprendizaje nuevo que pueda facilitar la vida y enfrentar de mejor forma las situaciones futuras. Por ejemplo, si se ha aprendido a nadar sin la instrucción de un entrenador, al iniciar un curso de natación seguramente se reaprenderá a nadar conociendo algunas técnicas más adecuadas para avanzar más rápido o para tener mayor resistencia. Si se ha aprendido a utilizar algún procesador de textos en la computadora sólo a través de explorar el software, el asistir a un curso de computación sobre dicho programa seguramente orientará y reaprenderá su manejo, de esta forma se optimizarán algunas de las cosas que se quieran elaborar en dicho software, mejorando la calidad de lo que se haga.
Así también, ha de entenderse que el ambiente en el que un individuo se desarrolla influye considerablemente para que adquiera más formas de aprendizajes. Mientras más acceso se tenga información o experiencias, mayores posibilidades de tener una gama amplia de aprendizajes.
Por otra parte, es importante señalar que los cambios que son producto de la madurez (el cambio de voz, el cambio de estatura, por ejemplo), no son atribuibles al proceso del aprendizaje, ya que éstos ocurren independientemente de las condiciones en las que se viva una experiencia.

Para finalizar, es importante mencionar que hay un viejo dicho que señala un componente importante del aprendizaje, “lo que bien se aprende jamás se olvida”, y efectivamente, como se ha señalado, todo proceso de aprendizaje debe vivirse con intensidad, de tal forma que deje huella, que no se olvide. Cuando se está aprendiendo algo y genera cierto gusto, cierta pasión, se busca la forma de saber más y más al respecto, a este proceso que hace que una experiencia se viva de forma intensa y que se integre a la vida cotidiana se le denomina “aprehender”, es decir, hacer propia esa experiencia, asimilarla, reconstruirla, criticarla, reinventarla.
Toda experiencia que implica un verdadero aprendizaje tiene un sentido y resulta útil, ya que al aprehenderse, transforma al individuo y éste a su vez transforma el medio que lo rodea; de acuerdo con esto puede sintetizarse lo hasta aquí expuesto en que la experiencia vivida lleva a aprender, a conocer, a cambiar, a aprehender y por ende, a transformar.

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