III. PRINCIPALES TENDENCIAS DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO

“… el conocimiento es la forma por la que

el ser humano adecua las condiciones para vivir

de manera consecuente con el medio que le rodea…”

Gabriel Gutiérrez Pantoja (1999)

La forma en la que el individuo trata de entender la realidad ha sido diferente a lo largo de la historia. Una de las primeras disciplinas que empezaron a tratar de explicar todo lo que el hombre se preguntaba sobre diversos eventos naturales o sus ideas fue la filosofía, ésta tiene su raíz etimológica en el griego philos, que significa amigo, y sophia, que indica sabiduría, ha de entenderse entonces que la filosofía es la amistad o el amor a la sabiduría. Es aquella parte del conocimiento que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de cuanto existe en la realidad.

Esta definición de filosofía, como el de la mayor parte de las disciplinas, ha variado a lo largo del tiempo. Por ello, hay que intentar aproximarse por lo menos de una manera general a su historia, para luego entender cuáles son sus caracteres en la actualidad.

La filosofía nace en el momento histórico en que se sustituyen las explicaciones fantásticas, propias del mito, por explicaciones fundamentadas en la razón humana y en la práctica y experiencia de la vida cotidiana. El sabio, al que luego se llamara filósofo, era el hombre que daba respuesta a cuestiones radicales tales como qué son las cosas (la naturaleza, el hombre, la sociedad), de dónde proceden, cómo se relacionan, etcétera.

Esta disciplina surgió en el siglo VI antes de Cristo, en la antigua Grecia, donde proliferaba una civilización comercial y cultural muy diversa y con gran auge. Tales de Mileto (639-548 a.C.)[1], Anaximandro (cerca de 611-547a.C.)[2], Pitágoras (569-470 a.C.)[3] y Heráclito (540?-475? a.C.)[4] fueron los primeros considerados como sabios o filósofos.

El progreso del conocimiento humano ha llevado a que de este conjunto de saberes llamado filosofía, propio de la antigüedad, se hayan ido desgajando campos del saber que, por la limitación de la parte de la realidad que estudia y por la especificidad de su método de estudio, han adquirido el status de lo que hoy se conoce por ciencia.

Una definición más reciente de la filosofía es la que la define como la disciplina que quiere explicar de dónde procede el mundo, hacia dónde va la humanidad; quiere explicar el universo, la naturaleza, el hombre. Todo ello significa el estudio de los problemas más generales, por lo que puede considerarse que la filosofía es una extensión de todas las ciencias.

Si se llegara a revisar un manual de filosofía seguramente se quedaría uno atónito ante la gran cantidad de diferentes corrientes del pensamiento filosófico que se encuentran descritas. Son diferenciadas por múltiples palabras más o menos complicadas como: criticismo, evolucionismo, intelectualismo, etc., cantidad tal, que crea gran confusión. Sin embargo, es posible agrupar y separar estos razonamientos en dos grandes concepciones absolutamente opuestas para entender la realidad:

a)   la concepción idealista ( conocida como no científica) y

b)   la concepción materialista (conocida como científica)

Como ya se ha mencionado en otro momento, lo concreto es la materia, lo que se puede tocar, es el ser; mientras que lo abstracto, el pensamiento, aquello que no se puede ver y tocar pero que se sabe que existe, es el espíritu. En este sentido, puede decirse que el pensamiento, el espíritu, es la concepción que el individuo se forma de las cosas, de Dios, del infinito, del amor, son elementos propios del pensamiento; sin embargo, las ideas surgen con el apoyo de las sensaciones de los objetos materiales que existen en el ambiente, es aquí, cuando el ser (la materia) se utiliza como enlace para conocer y generar pensamientos (ideas). Por ejemplo, al empezar a leer un libro, una novela, de forma inmediata empieza uno a imaginar los personajes, el escenario, la historia en sí, esto es producto del pensamiento, de las ideas, del espíritu. La materia, el ser, es lo que muestra las sensaciones y percepciones, “el mundo exterior” pertenece a este ámbito, todo lo que se puede tocar, sentir, incluso uno mismo. Siguiendo con el ejemplo anterior, el conjunto de hojas que están escritas, que dan forma al libro, a la novela, eso es la materia, el ser.

De esta forma es como el ser humano ha tratado de entender la realidad, a través del ser (materia) o a través del espíritu (idea, pensamiento), y de acuerdo con la filosofía, existen principalmente dos formas, estas son:

A.  Idealismo

El idealismo es una de las tendencias del pensamiento filosófico fundamentada en la explicación de que la materia es creada por el espíritu. Entre los siglos IV y III antes de Cristo, Platón (428-354 a.C.), considerado como el padre del Idealismo (filósofo griego discípulo de Sócrates) mantenía la suposición de que el hombre continuaba viviendo después de la muerte en forma de alma, espíritu, se imaginaba esta alma como una especie de cuerpo transparente, ligero y no en forma de pensamiento puro. Así fue como se llegó entonces a imaginar que los espíritus tienen una vida absolutamente específica, totalmente independiente de la de los cuerpos, y que no necesitan cuerpo para existir. Se afirmaba que el espíritu es el creador de la materia, que el hombre piensa porque tiene alma; esta es la premisa básica del pensamiento idealista. Estas ideas de Platón, aportaron múltiples conceptos e influyeron en la consolidación del cristianismo en los primeros años de nuestra era.

En el siglo XVIII el Obispo inglés George Berkeley (1685-1753), a quien se le conoce como el padre del idealismo moderno trató por todos los medios de combatir los cuestionamientos científicos de la época, explicando que todo lo que existe sólo existe en la medida en que es percibido o puede percibirse por algún espíritu; de esta tesis se deduce la primacía de la percepción; la negación de la materia; y que la realidad es de naturaleza espiritual.

El propósito del sistema filosófico de Berkeley era aniquilar el materialismo, demostrar que la sustancia material no existe.

“La materia no es lo que creemos, pensando que existe fuera de nuestro espíritu. Pensamos que las cosas existen porque las vemos, las tocamos, y como ellas nos ofrecen esas sensaciones, creemos en su existencia. Pero nuestras sensaciones no son más que ideas que tenemos en nuestro espíritu. Así pues, los objetos que percibimos con nuestros sentidos no pueden existir fuera de nuestros espíritus.” (Penjou, citado en Politzer, 1994, pp. 23-24)

Según Berkeley las cosas existen, no niega su naturaleza y existencia, pero para él sólo existen a través de las sensaciones, es el espíritu el que crea todo lo que parece existir, no hay ninguna sustancia fuera del espíritu, el conjunto de ideas que constituyen la realidad culminan en Dios, creador de todo y todo es sólo una manifestación suya.

Para Berkeley el hombre es víctima de sus propias ilusiones, cuando se cree conocer como exterior el mundo y las cosas, se percata uno de que todo eso no existe más que en el espíritu, en las ideas, en el pensamiento.

Por ejemplo, si de un objeto se observa su color, olor, forma, su consistencia, su sabor (si esto es posible), a ese conjunto de características se lo designa una palabra (por ejemplo, si se observa un objeto redondo de color naranja, rugoso, con un sabor dulce, es fácil imaginar que es una naranja), de acuerdo con el idealismo, una vez que el pensamiento une todas las características que percibe se llega a la conclusión de que éste existe, si no fuera así, no existiría.

En síntesis, los principios básicos del idealismo son que:

ü  el espíritu es el que crea la materia. Las ideas son las que crean el mundo.

ü  la materia (el mundo) no existe fuera del pensamiento, sólo es una ilusión. Las cosas, sus cualidades y propiedades son producto del pensamiento; y

ü  las ideas son las que crean las cosas. El espíritu crea la ilusión de la materia, las sensaciones que se experimentan ante las cosas no proceden de las cosas mismas, sino únicamente del pensamiento.

B.  Materialismo (También conocido como Mecanicismo)

Esta tendencia del pensamiento filosófico niega la existencia de sustancias espirituales y considera que la materia es el único elemento constitutivo básico de lo real; se le denomina también mecanicismo, ya que en la era moderna surge junto con una de las primeras disciplinas científicas, la Mecánica, que sistematiza y demuestra a través de un método científico que la realidad, la materia está determinada y tiene movimiento a través de fuerzas que pueden ser comprobadas y repetibles.

Históricamente, el materialismo también tiene su origen que en la antigüedad griega, entre los siglos VI y V a.C., pasando de forma importante por el materialismo de Karl Marx (1818-1883)  y Friedrich Engels (1820-1895), hasta la época actual.

En su origen, sobresalen los filósofos Heráclito, Léucipo (cerca de 450-370 a.C.) y Demócrito. Como se ha señalado, el primero sostenía que todo cambia, que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, por lo que toda materia está en constante cambio y en constante movimiento. Por otra parte Léucipo concluía que toda la materia se constituye de partículas indivisibles idénticas llamadas átomos, Demócrito desarrolló mas esta idea al señalar que todo cuerpo está conformado por átomos, pequeñas partículas materiales que al unirse daban forma al objeto que se observaba, que se tocaba y que eran lisas o rugosas, según el objeto. Estos primeros filósofos tenían plena conciencia de que para que existiese una idea, un pensamiento (el espíritu) primero tenía que existir un objeto (la materia).

Al inicio de la ciencia moderna, en los siglos XV y XVI, después de la Edad Media, en Inglaterra y Francia surgen dos corrientes materialistas que determinan lo que hasta el día de hoy se conoce como Materialismo.

El Materialismo Inglés

A fines del siglo XV y a principios del XVI el filósofo y político inglés Francis Bacon (1561-1626), conocido también como el barón de Verulam y vizconde de St. Albans, crea el método experimental de la ciencia, es aquí donde se consolida la corriente materialista, ya que no se puede desligar el pensamiento materialista del pensamiento científico.

Bacon intentó establecer una «nueva filosofía» o «filosofía experimental»; donde la verdad sólo puede ser alcanzada a través del experimento y del razonamiento; el método para alcanzarla es el que, por una serie de pasos sucesivos y con un espíritu de «cautela» logra encontrar la esencia de las cosas, su origen y desarrollo.

El materialista a través del pensamiento, del razonamiento, reconoce, por ejemplo,  las características de la naranja, al observarla, degustarla, olerla y tocarla, pero también reconoce que la naranja por sí misma existe independientemente de él, si se le deja de observar la naranja sigue existiendo, no es algo producido sólo por el pensamiento.

John Locke (1632-1704) demostró que las ideas provienen de la experiencia y únicamente la experiencia puede propiciar nuevas ideas. “El hombre, ha tenido la idea de la primera mesa antes que esta existiera, porque, por la experiencia, se servía de un tronco de árbol o de una piedra como mesa” (Politzer, 1994, pp.64-65). Para Locke, las ideas se adquieren mediante la experiencia de dos formas:

a)   a través de las sensaciones por medio de los órganos de los sentidos (la vista, el oído, etc.); y

b)   a través de la reflexión, provenientes de los pensamientos, las creencias, y de todas las operaciones mentales que pueden surgir en el hombre.

El Materialismo Francés

De forma paralela a Inglaterra, en Francia surgieron distintos sabios que concretizaron y desarrollaron aun más la tendencia del pensamiento materialista. Tal es el caso de René Descartes (1596-1650) quien acuñó la famosa frase de pienso, luego existo (cogito ergo sum), planteó cuatro premisas básicas para explicar cómo se genera el pensamiento y que éste depende de la existencia de las cosas, de la materia:

q  no aceptar nunca una idea que no sea clara y precisa,

q  dividir un problema en tantas partes como sea necesario,

q  ordenar los pensamientos desde lo simple a lo complejo, y

q  verificar siempre con cuidado que no haya omisiones.

El Materialismo del siglo XVIII a la actualidad

La influencia del materialismo Inglés y Francés dio paso a que el acceso al conocimiento no sólo se centrara en la nobleza, sino que cualquier individuo pudiese estudiar y conocer diversos conocimientos que hasta el momento se estaban desarrollando en la filosofía y en las primeras ciencias (medicina, física, matemáticas, entre otras).

Durante la Revolución Francesa, los pensadores materialistas criticaron de forma importante los procesos y desarrollo de las instituciones sociales hasta entonces predominantes de la Monarquía. Diderot (1713-1784) fue uno de los materialistas que contribuyeron de forma importante a la revolución intelectual de la época. Al término de la Revolución surge entonces la necesidad de obtener conocimientos objetivos que puedan ser comprobables, verificables, y que sean útiles al nuevo sistema económico, es decir, al capitalismo.

Como se ha podido observar, el materialismo ha surgido de la lucha de las ciencias contra la ignorancia o el oscurantismo. Para los materialistas no es el espíritu o las ideas quienes han creado el mundo y la materia; el mundo, la materia, la naturaleza, son los que han creado al espíritu; para el materialista no puede haber pensamientos sin materia, sin cuerpo.

El hombre piensa, tiene espíritu, porque tiene cerebro, materia. Esto es, no puede haber pensamiento sin materia, sin cuerpo, sin cerebro. Las cosas que están en el ambiente existen independientemente del ser humano.

El pensamiento es producto de la actividad evolutiva del cerebro, no puede haber pensamiento sin esa materia, sin un cuerpo, sin un cerebro. La materia existe fuera del pensamiento, por tanto, no necesita del pensamiento ni del espíritu para existir, esto es, las cosas existen independientemente del sujeto, del cerebro.

En suma, puede señalarse que en el materialismo:

ü  la materia es la que produce el espíritu y desde todo punto de vista científico no existe espíritu (pensamiento) sin materia (cerebro);

ü  la materia existe fuera de todo espíritu y no necesita de éste para existir, porque tiene una existencia independiente;

ü  las cosas son las que propician la generación de las ideas; y

ü  se es capaz de conocer el mundo, las ideas que se generan acerca del mundo y la materia son cada vez más exactas con ayuda de la ciencia, es posible explicar lo que ya se conoce y descubrir lo que se ignora.

El materialismo nació con las ciencias, está vinculado a ellas y vive en dependencia con ellas, por eso ha progresado y evolucionado con ellas. Muestra de ello es el surgimiento de tres grandes descubrimientos, la célula, la transformación de la energía y la teoría de la evolución de Darwin, que facilitarían a Marx y a Engels el planteamiento del materialismo moderno que da pauta al método del  materialismo dialéctico (éste se estudiará más adelante).

Para finalizar, cabe añadir que es importante estudiar el materialismo porque por el tipo de educación que se ha recibido en casa o en la escuela, por los hábitos de vivir y de razonar, todo ser humano sin excepción, más o menos sin darse cuenta, está impregnado de concepciones idealistas.

C.  Agnosticismo

Si bien no es una tendencia del pensamiento propiamente, es interesante conocer un poco de ella ya que surge como una propuesta que pretendió en algún momento mediar entre el pensamiento idealista y el materialista, pero con serias limitaciones. Aparece en el siglo XVIII con Berkeley, proviene de la raíz griega a, negación y gnosis, capaz de conocer, esto es, “incapaz de conocer”. Esta corriente filosófica que no hace mas que generar una confusión entre estas dos teorías, esa confusión tiene su origen en la búsqueda de una tercera filosofía.

Consiste en sustentar que es inútil tratar de conocer la naturaleza real de las cosas, en virtud de que nunca conoceremos nada que vaya más allá de las apariencias. Según los agnósticos, no es posible saber si el mundo es, en realidad, espíritu o materia. Claro que es posible conocer la apariencia de las cosas, pero no obstante, no podemos conocer su realidad intrínseca. Los filósofos que apoyaron a Berkeley en esta filosofía fueron el inglés David Hume (1711-1776) y el alemán Immanuel Kant (1724-1804).

En suma, puede señalarse que el intento de generar una tercera corriente no hace más que generar confusión, y generalmente, caen en posturas idealistas.

Estas tendencias del pensamiento filosófico rara vez se presentan de forma pura, ya que las mismas corrientes filosóficas no han surgido aisladas.

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[1] Considerado como el primer filósofo griego, político, geómetra, astrónomo y pensador que le interesaba separar la ciencia de la magia o de la idea de Dios. Partía de la idea de que toda la realidad (physis) es, en último término, agua, con lo que la naturaleza es explicable como manifestación de un único elemento originario (arjé)

[2] Afirmó al igual que Tales de Mileto que todo ser vivo había surgido del agua y que los hombres procedían de los peces. Sostuvo también, que la tierra estaba suspendida en el espacio. Según él había una única sustancia primordial, el ápeiron (lo indefinido), y una ley natural que operaba en el mundo, manteniendo el equilibrio entre los diversos elementos. Además, fue uno de los primeros en trazar un mapa para los mercaderes de su época.

[3] Fue una mezcla de místico y científico; enamorado de la belleza y certeza de las matemáticas acento una de sus principales ideas en que… todas las cosas son números o están compuestas por éstos… profundizó su estudio en la geometría de los cuerpos y elaboró el teorema que aún lleva su nombre.

[4] Afirmaba que todo fluye de manera equilibrada, que todo está en constante cambio, que nadie se baña dos veces en el mismo río, hoy es considerado un gran metafísico y fundador del concepto de la dialéctica. El concepto de dialéctica se estudiará más adelante.